Mi paso por el Three Souls in My Mind.

Nunca sabré si fue a favor o en contra, no sé si fue cosa del destino o algo que yo quise que fuera así.

Una tarde soleada en el tianguis cultural del chopo me encontré a mi compadre Carlos mata del grupo nuevo México: ¿Qué tal compadre como has estado? -Inquirió eufórico- Bien compadre todo bien, aquí buscando una guitarra bara. -Pues para por ahí vi varias, pero ten cuidado porque la verdad es que todas son bien piratotas a unas les cambian las pastillas a otras les ponen una marca que no es, ten mucho cuidado aseveró mi compadre-. Oye por cierto me comentó el Charly del Three souls que te anda buscando para ver si quieres tocar con él-. ¿Chale y yo por qué? ¿Qué no sabes qué se separaron? se enojaron, se pelearon no sé qué pasó pero ya no están tocando juntos, ya Alejandro está haciendo su proyecto de “El Tri” y Charlie quiere seguir con el Three Souls in My Mind. -Te dejo su número de teléfono ahí si quieres marcarle para que se pongan de acuerdo ahí te veo después compadre cuídate mucho-. Sale gracias ahí nos vemos después. Esa noche no pude dormir bien, daba vueltas para un lado daba vueltas para el otro y no lograba conciliar el sueño, recordaba muchas cosas del grupo en mención, pensaba: ¿Por qué se habrán enojado Alejandro y Charlie Hauptvogel? cómo es posible que un grupo con tanta fama con 17 discos grabados, con tantos éxitos en su haber, cómo es que podían haberse separado después de estar juntos por casi 20 años, me parecía imposible esa separación. Por más que pensara no llegaba a encontrar ninguna respuesta a mis preguntas no lograba entender qué había pasado a ese grupo que en ese momento era el grupo número uno del rock mexicano. ¿Que tendría que hacer yo? ¿llamar a Charlie Hauptvogel? o simplemente dejar pasar ese comentario que me hizo mi compadre Carlos Mata. Después de mucho batallar quedé inmerso en un profundo sueño donde el maestro Alejandro Lora llegaba a tocar a un escenario donde yo estaba tocando con mi banda y él llegaba como la gran estrella que es. Con todo su grupo menos el guitarrista, la gente lo recibía con gran euforia y el llegaba directamente hacia mí y me decía: No te quites la guitarra vamos a tocar juntos. Y emocionados ambos nos reventamos la triste canción el ADO y el chavo de onda. (quien se iba a imaginar que eso sucedería meses después en el salón cosmos 2000). Al día siguiente al amanecer encamine mis pasos hacia la colonia San Felipe en busca de un teléfono público ya que en mi barrio la colonia granjas valle de Guadalupe en Ecatepec en aquel entonces no contaba con teléfonos aún. Al llegar a la caseta telefónica con voz trémula pregunté a quién contestó el teléfono: disculpé usted: ¿es la casa del maestro Charlie Hauptvogel del grupo Three Souls in My Mind?. Mi interlocutora respondió inmediatamente: ¿de parte de quién? Dijo, conteste con voz temblorosa: de parte del tal Juan Hernández. Ella respondió: -Qué tal Juan, desde hace unos días te ha estado buscando Charlie para ver si quieres integrarte a su banda. Por el momento él no está, pero si gustas dame tu número telefónico y en cuanto regrese le digo que se comunique contigo. Con harta pena le respondí no tengo teléfono, pero yo vuelvo a llamar. O le puedo dejar un teléfono de un amigo que vive cerca de mi colonia. Así lo hice, dejé el teléfono de mi amigo: Ángel Ramírez del grupo Black Neón que vivía en ese tiempo en la colonia nueva Atzacoalco o sea a dos colonias de la mía. Y fue así que un día inesperadamente llegó mi amigo Ángel Ramírez a visitarme a la casa para darme la buena noticia. -Urge que te comuniques con Charlie si gustas vamos a la casa para que te pongas de acuerdo con él. Ni tardo ni perezoso así le hice- Charlie me preguntó que si tenía un lugar donde ensayar y mi respuesta fue: Claro, aquí en mi barrio en calle en Carlos Tejeda hemos ensayado desde hace mucho tiempo los grupos con los que he participado, como: Vuelo libre, Síndrome del punk, Hangar ambulante, The Rockers, Etc. Era la mañana de un día maravilloso que me encontraba absorto mirando hacia la calle y vi que entraba una persona cargando un estuche de batería con el logotipo de Three Souls in My Mind. La alegría invadió mi corazón al ver ese logotipo pegado en todos los estuches. No podía creerlo uno de mi baterista preferido entrando a mi casa y dispuesto a ensayar conmigo. Con gran alegría, pero también con un poco de pena invité a Charlie a pasar a la casa pues era bien sabido que ellos todos eran de una posición social muy bien acomodada. Enseguida también arribó a la casa mi compadre Víctor Beristaín el bajista original de Rebel punk y del Síndrome del punk que le tocaría en turno tocar ese día el bajo. Así que ni tardos ni perezosos nos pusimos a darle al ensayo. Charlie Hauptvogel con ese gran estilo inigualable de rock y blues. Iniciamos con las rolas: No hay amor, el efecto de la droga, no quiero salir, el viejo bar, entre otras. Ensayamos con gran ánimo y ahínco todos. (bueno casi todos), porque yo me sentía un poco nervioso, pensaba que a Charlie le incomodaba la precaria situación económica por la que pasábamos en ese momento, imaginaba que su casa estaría mucho más cómoda para ensayar, de igual manera pensaba qué el pertenecía a una familia adinerada de descendía alemana y que él había estudiado en el colegio alemán. En esos momentos una de las mejores escuelas de México. todo pasaba por mi mente y se me hacía una turbulencia enorme en mi espíritu, no sabía no sabía qué hacer, pero aun así conserve el ánimo y logre dejar atrás mi complejo de inferioridad hasta terminar el ensayo. Al concluir Charlie animosamente me comentó: Sale, si se puede armar, vamos a seguirle con los ensayos porque ya está la grabación encima, así qué vamos a continuar los ensayos le vamos echarle muchas ganas porque esto tiene que crear frutos, esto tiene que llevarnos a lograr el próximo disco de: Three Souls in My Mind. Sin Lora.

Esta historia continuara.

Rola la tormenta

Video filmado en la casa mencionada arriba, solo como referencia del lugar.

https://youtu.be/_WQwaZi55-Q

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